“No es necesario que ninguno de nosotros ceda
a las tentaciones de Satanás, y así viole su conciencia y agravie al Espíritu
Santo. Ha sido hecha en la
Palabra de Dios toda provisión para que todos tengan la ayuda divina en
sus esfuerzos para vencer” (Testimonies for the Church, vol. 5,
p. 574).
DUDA Y DESOBEDIENCIA
1.....Cuando Dios revela claramente su voluntad de salvarnos,
¿qué pasará si nos comprometemos con el pecado o si consentimos siquiera un
pecado?
Deuteronomio 30:15-18.- (15) Mira, yo he puesto delante de ti hoy la
vida y el bien, la muerte y el mal; (16) porque yo te mando hoy que ames a
Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos,
sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová
tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
(17) Más si tu corazón se apartare y no
oyeres, y te dejares extraviar, y te inclinares a dioses ajenos y
les sirvieres, (18) yo os protesto hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la
tierra adonde vais, pasando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
“El hombre es responsable por recibir o rechazar la verdad sagrada y
eterna. El Espíritu de Dios está
de continuo convenciendo, y hay
almas que se deciden en pro o en contra de la verdad. ¡Cuán importante es, pues, que cada acto de
la vida sea tal que no haya necesidad de arrepentirse de él, especialmente entre los embajadores de
Cristo, que obran en su lugar”! –Obreros Evangélicos, pág. 183.
“Dios no obliga a los hombres a renunciar a su incredulidad.
Delante de ellos están la luz y las
tinieblas, la verdad y el error. A ellos les toca decidir lo que aceptarán. La mente humana está dotada de poder para
discernir entre lo bueno y lo malo. Dios
quiere que los hombres no decidan por impulso, sino por el peso de la evidencia, comparando
cuidadosamente un pasaje de la Escritura con otro”. –El Desedo de Todas
las Gentes, pág. 422.
2.....¿Qué está prácticamente haciendo la gente cuando desconfía
de las promesas de Dios y duda de su amor?
Juan 3:16.- Porque de tal manera amó Dios al mundo, que
ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se
pierda, más tenga vida eterna…
Juan 3:18-19.- (18) El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido
condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de
Dios. (19) Y esta es la condenación: que la
luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque
sus obras eran malas.
“Cuando parece que dudamos del amor de Dios y que desconfiamos de sus
promesas, lo deshonramos y contristamos su Santo Espíritu... ¿Cómo puede mirarnos nuestro Padre
celestial cuando desconfiamos de su amor, que le ha inducido a dar a su
Hijo unigénito para que tengamos vida? El apóstol dice: ‘El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por
todos nosotros, ¿cómo no nos ha
de dar también de pura gracia todas las cosas? (Romanos 8:32) Y sin
embargo, cuántos están diciendo con sus
hechos si no con sus palabras: ‘El Señor no dijo esto para mí. Tal vez ame a otros, pero a mí no me ama’”. –La Maravillosa
Gracia de Dios, pág. 216.
MIEDO, QUEJAS Y RECHAZO EN EL SERVICIO DEL SEÑOR
3.....¿Cómo contristamos al Espíritu Santo a través de
nuestros miedos y descontento?
Lamentaciones 3:37-40.- (37) ¿Quién será aquel que diga que sucedió
algo que el Señor no mandó? (38) ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y
lo bueno? (39) ¿Por qué se lamenta el hombre viviente?
Laméntese el hombre en su pecado. (40) Escudriñemos nuestros caminos, y
busquemos, y volvámonos a Jehová.
Éxodo 16:2,7.- (2) Y toda la congregación de los hijos de
Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;… (7) y a la mañana veréis la gloria de Jehová;
porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué
somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros?
1 Juan 4:18.- En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el
temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado
en el amor.
“Muchos recuerdan a los israelitas de antaño, y se maravillan de su
incredulidad y murmuración, creyendo
que ellos no habrían sido tan ingratos; pero cuando se prueba su fe, aun en las menores dificultades, no
manifiestan más fe o paciencia que los antiguos israelitas. Cuando se los coloca en situaciones
estrechas, murmuran contra los medios que Dios eligió para purificarlos.
Aunque se suplan sus necesidades presentes, muchos se niegan a confiar en Dios
para el futuro, y viven en constante ansiedad por temor a que los alcance la
pobreza, y que sus hijos tengan que sufrir a causa de ellos. Algunos están siempre en espera del mal, o
agrandan de tal manera las dificultades que realmente existen, que sus ojos
se incapacitan para ver las muchas bendiciones que demandan su gratitud. Los obstáculos que encuentran, en vez de
guiarlos a buscar la ayuda de Dios, única fuente de fortaleza, los separan de
él, porque despiertan inquietud y quejas.
“¿Hacemos bien en ser tan incrédulos? ¿Por qué hemos de ser ingratos y desconfiados? Jesús es nuestro amigo; todo el cielo está interesado en nuestro
bienestar; y nuestra ansiedad y temor apesadumbran al Santo Espíritu de Dios”.
–Historia de los Patriarcas y Profetas, pág. 299.
4.....¿Cómo contristó el joven rico al Espíritu Santo? ¿Cómo podemos
aplicar en nuestra experiencia personal con Jesús?
Mateo 19:20-22.- (20) El joven le dijo:
Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me
falta? (21) Jesús le dijo: Si quieres ser
perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en
el cielo; y ven y sígueme. (22) Oyendo el joven esta palabra, se fue
triste, porque tenía muchas posesiones.
Lucas 9:23.- Y decía a todos: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.
“Es algo serio contristar al Espíritu Santo; y se lo contrista cuando el instrumento
humano trata de trabajar él mismo y rehúsa entrar en el servicio del Señor
debido a que la cruz es demasiado pesada o la negación de sí mismo demasiado grande. El Espíritu Santo trata de morar en cada alma. Si se le da la bienvenida como a un huésped
honrado, los que lo reciben
llegarán a ser completos en Cristo”. –La Maravillosa Gracia de Dios, pág.
216.
“El Espíritu Santo es un Maestro divino. Si obedecemos sus lecciones, nos haremos
sabios para salvación. Pero necesitamos
proteger adecuadamente nuestros corazones, porque con demasiada frecuencia
olvidamos las instrucciones celestiales que hemos recibido y procuramos seguir
las inclinaciones naturales de nuestras mentes no consagradas. Cada uno debe pelear su propia batalla
contra el yo. Aceptad las
enseñanzas del Espíritu Santo. Si
lo hacéis, esas enseñanzas serán repetidas vez tras vez hasta que las impresiones
sean tan claras como si hubieran sido “grabadas en la roca para siempre”...
–Consejos Sobre la Salud, pág. 561.
5.....¿Cómo puede nuestra conducta contristar al Espíritu
Santo?
Efesios 4:29-32.- (29) Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. (30) Y no contristéis al Espíritu Santo de
Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. (31) Quítense de vosotros toda amargura,
enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. (32) Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a
vosotros en Cristo.
“Cuando sufrimos pruebas que parecen inexplicables, no debemos permitir
que nuestra paz sea malograda. Por
injustamente que seamos tratados, no permitamos que la pasión se despierte.
Condescendiendo con un espíritu de venganza nos dañamos a nosotros mismos.
Destruimos nuestra propia confianza en Dios y ofendemos al Espíritu Santo. Hay a nuestro lado un testigo, un mensajero
celestial, que levantará por nosotros una barrera contra el enemigo. Él nos envolverá con los brillantes
rayos del Sol de Justicia. A través de ellos Satanás no puede
penetrar. No puede atravesar este escudo de luz divina”. –Palabras de Vida
del Gran Maestro, pág. 135.
MALA INFLUENCIA Y NEGLIGENCIA
6.....¿Qué ocurrirá con el Espíritu Santo, cuando al conocer el
mandato de Jesús permanecemos indiferentes y negligentes?
Mateo 28:19-20.- (19) Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo; (20) enseñándoles que guarden todas las
cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén.
“Los que conocen la verdad son responsables de los que no la conocen.
Como parte de la gran empresa de Dios, tenemos
una obra que hacer en la construcción de los intereses de la misma. Como instrumentos de justicia, hemos de
edificar el reino de Dios, de
acuerdo con los planes que haya puesto ante nosotros. Todos los que están
conectados con Dios serán imbuidos de su Espíritu. La luz que les ha sido dada comunicará a los que están en tinieblas.
Nunca cesarán sus esfuerzos por ganar
almas para Cristo. Esta es la
obra de todos los que dicen creer en Jesús. Y en esta obra se entregarán a Dios, en cuerpo, alma y espíritu.
Llevarán su carga de alma en oración a
Dios, para que los que le conozcan no sean condenados sino convertidos. Descuidar esta obra es insultar a
Jehová, contristar al Espíritu Santo, y ser desleales a Cristo” –Review and Herald,
July 18, 1899.
“La obra está delante de nosotros. ¿Nos ocuparemos de ella?
Debemos trabajar rápidamente, debemos avanzar continuamente. No tenemos tiempo que perder, no
tenemos tiempo para ocuparnos en propósitos egoístas. Ha de ser amonestado el mundo. ¿Qué estamos haciendo individualmente para llevar la luz ante otros?
Dios ha dejado su obra para cada
hombre; cada uno tiene una parte que hacer, y no podemos descuidar esa obra, a menos que pongamos en peligro nuestras
almas.
“Oh mis hermanos, ¿contristaréis al Espíritu Santo y lo haréis
alejarse? ¿Excluiréis al bendito
Salvador porque no estáis preparados para su presencia? ¿Dejaréis que las
almas perezcan sin el conocimiento de la verdad porque amáis demasiado vuestra
comodidad para llevar la carga que Jesús llevó por vosotros”? –Mensajes Selectos,
Tomo 1, pág. 147.
7.....¿Qué sucede cuando conocemos la voluntad de Dios más no
la respetamos en cada aspecto de nuestra vida?
1 Corintios 10:31.- Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
1 Timoteo 2:9, 10.- (9) Asimismo que las mujeres se atavíen de
ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni
oro, ni perlas, ni vestidos costosos, (10) sino con buenas obras, como corresponde
a mujeres que profesan piedad.
Romanos 14:13.- Así que, ya no nos juzguemos más los
unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al
hermano.
“Contristar al Espíritu Santo que lo convertiría a usted en testigo
de Cristo es un asunto terrible. Uno
no sabe cuándo puede apesadumbrarlo por última vez. El Espíritu Santo no obra sobre el corazón humano para forzarlo a
entregarse a Cristo, para obligarlo a rendir su conciencia; por el
contrario, brilla en las cámaras de la
mente de una manera tal que convence de pecado y lo atrae a la justicia. Si no confiesa a Cristo ahora, llegará el momento en el cual, abrumado
por el sentimiento de lo que ha perdido, sí
lo hará. Pero, ¿por qué no hacerlo mientras la voz de la misericordia lo
invita a dar ese paso”? (The Youth’s Instructor, August 1, 1895) –Recibiréis Poder, pág. 302.
“Cualquier hábito o práctica que pueda inducir a pecar y atraer
deshonra sobre Cristo, debe ser desechado cueste lo que costare. Lo que deshonra a Dios no puede beneficiar
al alma. La bendición del Cielo
no puede acompañar a un hombre que viole los eternos principios de la justicia.
Y un pecado acariciado es suficiente
para realizar la degradación del carácter y extraviar a otros”. –El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 406.
*******
“El Testigo verdadero dice: ‘He aquí, yo estoy a la puerta y llamo’
(Apocalipsis
3:20). Toda amonestación,
reprensión y súplica de la Palabra de Dios o de sus mensajeros es un
llamamiento a la puerta del corazón. Es la voz de Jesús que procura entrada. Con cada llamamiento
desoído se debilita la inclinación a abrir. Si hoy son despreciadas las impresiones del Espíritu Santo, mañana no
serán tan fuertes. El corazón se
vuelve menos sensible y cae en una peligrosa inconsciencia en cuanto a lo breve
de la vida frente a la gran eternidad venidera. Nuestra condenación en el juicio no se deberá al hecho de
que hayamos estado en el error, sino al hecho
de haber descuidado las oportunidades enviadas por el cielo para que
aprendiésemos lo que es la verdad”. –El Deseado de
Todas las Gentes, pág. 454.
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