“La ascensión de Cristo al cielo fue la
señal de que sus seguidores iban a recibir la bendición prometida.
Habían de esperarla antes de empezar a hacer su obra. Cuando Cristo entró por los portales celestiales, fue entronizado en
medio de la adoración de los ángeles. Tan
pronto como esta ceremonia hubo terminado, el Espíritu Santo descendió sobre
los discípulos en abundantes raudales, y Cristo fue de veras glorificado con la misma gloria que había
tenido con el Padre, desde toda la eternidad. El derramamiento pentecostal era la comunicación del Cielo de que el
Redentor había iniciado su ministerio celestial. De acuerdo con su
promesa, había enviado el Espíritu
Santo del cielo a sus seguidores como prueba de que, como sacerdote y rey, había recibido toda autoridad en el cielo y
en la tierra, y era el Ungido sobre su pueblo” (Los Hechos de los
Apóstoles, pág. 31).
PLAN DE REDENCIÓN
1.....¿Qué tácticas y argumentos usó Satanás luego de inducir a
Adán y Eva a pecar? ¿Qué lugar pretende ocupar con los pecadores?
Juan 8:44.- Vosotros sois de vuestro padre el diablo,
y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida
desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla;
porque es mentiroso, y padre de mentira.
Zacarías 3:1.- Me mostró al sumo sacerdote Josué, el
cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a
su mano derecha para acusarle.
“Al principio de la gran controversia, Satanás había declarado que la
ley de Dios no podía ser obedecida, que la justicia no concordaba con la misericordia y que, si la ley
había sido violada, era imposible que el pecador fuese perdonado. Cada pecado debía recibir su castigo,
sostenía insistentemente Satanás; y si Dios remitía el castigo del pecado,
no era un Dios de verdad y justicia. Cuando
los hombres violaban la ley de Dios y desafiaban su voluntad, Satanás se regocijaba. Declaraba que
ello demostraba que la ley de Dios no
podía ser obedecida; el hombre no
podía ser perdonado. Por cuanto él mismo, después de su rebelión,
había sido desterrado del cielo,
Satanás sostenía que la familia humana debía quedar privada para siempre del
favor de Dios. Insistía en que
Dios no podía ser justo y, al mismo tiempo, mostrar misericordia al pecador”
(El Deseado de Todas las Gentes, pág. 709).
2.....Mientras Satanás se regocijó por haber hecho caer en pecado
a Adán y Eva, ¿qué habían planeado con anterioridad Dios y Jesús?
Génesis 3:15.- Y pondré enemistad entre ti y la mujer,
y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la
cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
1 Juan 3:8.- El que practica el pecado es del diablo;
porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el
Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
“La caída del hombre llenó todo el cielo de tristeza. El mundo que Dios había hecho quedaba
mancillado por la maldición del pecado, y habitado por seres condenados a la miseria y a la muerte. Parecía no existir escapatoria para
aquellos que habían quebrantado la ley… “El
plan de la salvación había sido concebido antes de la creación del mundo;
pues Cristo es ‘el Cordero, el cual
fue muerto desde el principio del mundo’ (Apocalipsis 13:8). Sin
embargo, fue una lucha, aun para el
mismo Rey del universo, entregar
a su Hijo a la muerte por la raza culpable. Pero, ‘de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él
cree, no se pierda, más tenga vida eterna’. Juan 3:16. ¡Oh, el misterio de la
redención! ¡El amor de Dios hacia un mundo que no le amaba! ¿Quién puede comprender la profundidad
de ese amor ‘que excede a todo conocimiento’? Al través de los siglos
sin fin, las mentes inmortales, tratando de entender el misterio de ese
incomprensible amor, se maravillarán y adorarán a Dios” (Historia de los
Patriarcas y Profetas, pág. 48).
3.....¿Cómo vivió Jesús en la tierra para llevar a cabo el
plan de redención y así refutar las acusaciones de Satanás?
Juan 15:10.- Si guardareis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi
Padre, y permanezco en su amor….
Juan 4:34.- Jesús les dijo: Mi comida es que haga
la voluntad del que me envió, y que acabe su obra…
Juan 6:38.- Porque he descendido del cielo, no para
hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
“El amor de Dios ha sido expresado en su justicia no menos que en su
misericordia. La justicia es el
fundamento de su trono y el fruto de su amor. Había sido el propósito de
Satanás divorciar la misericordia de la verdad y la justicia. Procuró
demostrar que la justicia de la ley de Dios es enemiga de la paz. Pero Cristo demuestra que en el plan de Dios
están indisolublemente unidas; la una no puede existir sin la otra. ‘La misericordia
y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron’ (Salmos
85:10).
“Por su vida y su muerte, Cristo demostró que la justicia de Dios no
destruye su misericordia, que el
pecado podía ser perdonado, y que la ley es justa y puede ser obedecida
perfectamente. Las acusaciones de Satanás fueron refutadas. Dios había dado al hombre evidencia
inequívoca de su amor” (El Deseado de Todas las Gentes, pág.
711).
“Y el sacrificio al cual el amor infinito
impelió al Padre y al Hijo a fin de que los pecadores pudiesen ser redimidos,
demuestra a todo el universo –y nada que fuese inferior a este plan habría
bastado para demostrarlo– que la
justicia y la misericordia son el fundamento de la ley y del gobierno de Dios”
(El Conflicto de los Siglos, pág. 493).
EL DESTINO DEL ACUSADOR
4.....Conociendo de antemano sus sufrimientos y muerte, así
como su resurrección, ¿qué prometió Jesús a sus discípulos?
Juan 14:30.- No hablaré ya mucho con vosotros;
porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí….
Juan 16:8.- [Él] convencerá al mundo de pecado…
parte media, 11 Y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado….
Juan 12:31.- Ahora es el juicio de este mundo; ahora
el príncipe de este mundo será echado fuera.
“Jesús confió en esta palabra, y no dió a Satanás ventaja alguna.
Cuando iba a dar los últimos pasos en su humillación, cuando estaba por
rodear su alma la tristeza más profunda, dijo
a sus discípulos: ‘Viene el príncipe
de este mundo; más no tiene nada en mí’. ‘El príncipe de este mundo es juzgado’. Ahora será echado (Juan
14:30; 16:11; 12:31). Con ojo
profético, Cristo vio las escenas que iban a desarrollarse en su último gran
conflicto. Sabía que cuando
exclamase: ‘Consumado es’,
todo el cielo triunfaría. Su oído
percibió la lejana música y los gritos de victoria en los atrios celestiales. Él sabía que el toque de muerte del
imperio de Satanás resonaría entonces, y que el nombre de Cristo sería
pregonado de un mundo al otro por todo el universo.
…Sabía que la verdad, armada con la omnipotencia del Espíritu Santo,
vencería en la contienda con el mal; y que el estandarte manchado de
sangre ondearía triunfantemente sobre sus seguidores… “Cristo inclinó la cabeza y murió, pero mantuvo firme su fe y su
sumisión a Dios. ‘Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud,
y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido
arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche’ (Apocalipsis
12:10).” (DTG, págs. 633, 709).
JUSTICIA PROVISTA
5.....¿En qué se convirtió Jesús para los pecadores que aceptaron
su sangre para el perdón de sus pecados?
Jeremías 23:6.- En sus días será salvo Judá, e Israel
habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán:
Jehová, justicia nuestra.
1 Corintios 1:30.- Más por él estáis vosotros en Cristo
Jesús, justificación, santificación y redención.
“Dios había manifestado cuánto aborrece los principios de rebelión.
Todo el cielo vio su justicia
revelada, tanto en la
condenación de Satanás como en la redención del hombre. Lucifer había declarado que si la ley de Dios era inmutable y su penalidad
irremisible, todo transgresor debía ser
excluido para siempre de la gracia del Creador. Él había sostenido que la
raza pecaminosa se encontraba fuera del alcance de la redención y era por
consiguiente presa legítima suya. Pero la
muerte de Cristo fue un argumento irrefutable en favor del hombre. La penalidad de la ley caía sobre él que
era igual a Dios, y el hombre quedaba libre de aceptar la justicia de Dios
y de triunfar del poder de Satanás
mediante una vida de arrepentimiento y humillación, como el Hijo de Dios
había triunfado. Así Dios es justo,
al mismo tiempo que justifica a todos los que creen en Jesús” (El Conflicto de
los Siglos, pág. 492).
TIEMPO DEL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU
6.....¿Qué aconteció tan pronto como Jesús obtuvo la victoria?
Apocalipsis 12:9-11.- (09) Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua,
que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero;
fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él. (10) Entonces oí una gran voz en el cielo,
que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro
Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche. (11) Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la
palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Romanos 8:33, 34.- (33) ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el
que justifica. (34) ¿Quién es el
que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el
que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
“Mientras la cruz del Calvario proclama el carácter inmutable de la
ley, declara al universo que
la paga del pecado es muerte. El
grito agonizante del Salvador: ‘Consumado
es’, fue el toque de agonía
para Satanás. Fue entonces cuando quedó zanjado el gran conflicto que
había durado tanto tiempo y asegurada la extirpación final del mal. El Hijo de Dios atravesó los umbrales de
la tumba, ‘para destruir por la muerte al que tenía el imperio de la muerte,
es a saber, al diablo’ (Hebreos 2:14)…
“En la ejecución final del juicio se verá que no existe causa para el
pecado. Cuando el Juez de toda
la tierra pregunte a Satanás: “¿Por
qué te rebelaste contra mí y arrebataste súbditos de mi reino?”, el autor del mal no podrá ofrecer excusa
alguna. Toda boca permanecerá cerrada, todas las huestes rebeldes quedarán
mudas” (El Conflicto de los Siglos, pág. 493).
Satanás y todos los que se han unido con él en la
rebelión serán cortados. El pecado y los
pecadores perecerán, raíz y rama, (Malaquías 4:1). –Satanás la raíz, y
sus seguidores las ramas” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 712).
7.....De acuerdo con las palabras de Jesús, ¿habría de darse el
derramamiento del Espíritu Santo a la iglesia primitiva?
Juan 7:38-39.- (38) El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior
correrán ríos de agua viva. (39) Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu
Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado…
Juan 16:7.- Pero yo os digo la verdad: Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré.
“Cuando Cristo dió a sus discípulos la promesa del Espíritu, se estaba acercando al fin de su
ministerio terrenal. Estaba a la
sombra de la cruz, con una comprensión
plena de la carga de culpa que estaba por descansar sobre él como portador del
pecado. Antes de ofrecerse a sí
mismo como víctima destinada al sacrificio, instruyó a sus discípulos en cuanto a la dádiva más esencial y completa
que iba a conceder a sus seguidores: el
don que iba a poner al alcance de ellos los recursos inagotables de su gracia.
‘Y yo rogaré al Padre –dijo él– y os
dará otro Consolador, para que
esté con vosotros para siempre: al
Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: más vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en
vosotros’ (Juan 14:16, 17). El Salvador estaba señalando adelante al
tiempo cuando el Espíritu Santo vendría para realizar una obra poderosa como su
representante” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 39).
“Fiel a su promesa, el Ser divino, exaltado en las cortes celestiales, impartió algo de su plenitud a sus
seguidores de la tierra. Su
entronización a la diestra de Dios fue señalada por el derramamiento del
Espíritu sobre sus discípulos” (La Educación, pág. 95).
*******
“Pero
Cristo como perla preciosa, y
nuestro privilegio de poseer este tesoro
celestial, es el tema en el cual
más necesitamos meditar. Es el
Espíritu Santo el que revela a los hombres el carácter precioso de la buena
perla. El tiempo de la manifestación del poder del Espíritu Santo es el tiempo en que en un sentido especial
el don del cielo es buscado y hallado. En los días de Cristo, muchos oyeron
el Evangelio, pero sus mentes estaban oscurecidas por las falsas enseñanzas, y
no reconocieron en el humilde Maestro de Galilea al Enviado de Dios. Más después de la ascensión de Cristo,
su entronización en el reino de la mediación fue señalada por el descenso del
Espíritu Santo. En el día de
Pentecostés fue dado el Espíritu. Los
testigos de Cristo proclamaron el poder del Salvador resucitado. La luz del cielo penetró las mentes
entenebrecidas de aquellos que habían sido engañados por los enemigos de
Cristo. Ellos lo vieron ahora exaltado a la posición de ‘Príncipe y Salvador,
para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados’ (Hechos 5:31). Lo vieron circundado de la gloria del cielo,
con infinitos tesoros en sus manos para conceder a todos los que se volvieran
de su rebelión. Al presentar los
apóstoles la gloria del Unigénito del Padre, tres mil almas se convencieron.
Se vieron a sí mismos tales cuales eran, pecadores y corrompidos, y vieron a
Cristo como su Amigo y Redentor. Cristo
fue elevado y glorificado por el poder del Espíritu Santo que descansó
sobre los hombres. Por la fe, estos creyentes vieron a Cristo como Aquel que
había soportado la humillación, el sufrimiento y la muerte, a fin de que ellos
no pereciesen, sino que tuvieran vida eterna. La revelación que el Espíritu hizo de Cristo les impartió la
comprensión de su poder y majestad, y elevaron a él sus manos por la fe,
diciendo: ‘Creo’” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 90).
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