“Naamán el sirio consultó al profeta de
Jehová en cuanto a cómo podía sanar de esa enfermedad tan horrible: la lepra. Se le indicó que se bañara en el Jordán
siete veces. ¿Por qué no siguió
inmediatamente las indicaciones de Eliseo, el profeta de Dios? ¿Por qué rehusó hacer lo que el profeta le mandó?
Regresó junto a sus siervos, murmurando. En
su mortificación y frustración, se enojó, y con ira rehusó seguir el humilde
consejo dado por el profeta de Dios. “He aquí -manifestó- yo decía para mí: Saldrá él luego, y
estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y
tocará el lugar, y sanará la lepra.
Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel?
Si me lavase en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado”. Sus siervos dijeron: “Padre
mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto
más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?” 2 Reyes 5:11-13. Sí, este gran hombre consideraba que estaba por
debajo de su dignidad ir al humilde río Jordán y lavarse allí. Los ríos que mencionó y deseaba estaban
embellecidos por los árboles y los huertos que los rodeaban, y había
ídolos en esos huertos. Muchos
acudían a esos ríos para adorar a sus dioses; por lo tanto, no habría tenido
necesidad de humillarse. Pero si
seguía las indicaciones definidas del profeta tendría que humillar su orgullo y
la soberbia de su espíritu. La
obediencia voluntaria produce los resultados deseados. Se lavó, y sanó”. –Testimonios para la
Iglesia, tomo 2, pág. 277.
CAPITÁN, PERO ENFERMO
1.....¿Quién era Naamán y cómo se consideraba por su servicio a
su país? ¿De qué sufría?
2 Reyes 5:1.- Naamán, general
del ejército del rey de Siria, era
varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por
medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre
valeroso en extremo, pero leproso.
“La lepra era la más temida de todas las enfermedades conocidas en el
Oriente. Su carácter incurable y
contagioso y sus efectos horribles sobre sus víctimas llenaban a los más
valientes de temor. Entre los
judíos, era considerada como castigo por el pecado, y por lo tanto se la llamaba el “azote,” “el dedo de Dios.”
Profundamente arraigada, imposible de
borrar, mortífera, era considerada como un símbolo del pecado. La ley ritual declaraba inmundo al
leproso. Como si estuviese ya
muerto, era despedido de las habitaciones de los hombres. Cualquier cosa que tocase quedaba
inmunda y su aliento contaminaba el aire. El sospechoso de tener la
enfermedad debía presentarse a los sacerdotes, quienes habían de examinarle y
decidir su caso. Si le declaraban leproso, era
aislado de su familia, separado
de la congregación de Israel, y condenado a asociarse únicamente con aquellos
que tenían una aflicción similar. La
ley era inflexible en sus requerimientos. Ni aun los reyes y gobernantes estaban exentos. Un monarca atacado por esa terrible
enfermedad debía entregar el cetro y huir de la sociedad.” –DTG, pág. 227.
EL TESTIMONIO PRECIOSO DE UNA PEQUEÑA NIÑA
2.....¿Había esperanza de sanarse en Siria? ¿Qué le dijo una
pequeña niña cautiva a la esposa de Naamán?
2 Reyes 5:2, 3.- (2) Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían
llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía
a la mujer de Naamán. (3) Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que
está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
“Ben-adad, rey de Siria, había
derrotado los ejércitos de Israel en la batalla que resultó en la muerte de
Acab. Desde entonces, los sirios
habían sostenido con Israel una guerra constante en las fronteras; y en
una de sus incursiones se habían llevado
a una niña, a la cual le tocó,
en la tierra de su cautiverio, servir
“a la mujer de Naamán.” Aunque esclava,
y muy lejos de su hogar, esa niña fué uno de los testigos de Dios, y
cumplió inconscientemente el propósito para el cual Dios había escogido a
Israel como su pueblo. Mientras
servía en aquel hogar pagano, sintió lástima de su amo; y recordando los admirables milagros de
curación realizados por intermedio de Eliseo, dijo a su señora: ‘Si rogase mi señor al profeta que está
en Samaria, él lo sanaría de su lepra’”… “La conducta de la niña cautiva en aquel hogar pagano constituye un
testimonio categórico del poder que tiene la primera educación recibida en el
hogar. No hay cometido mayor que
el que ha sido confiado a los padres en lo que se refiere al cuidado y la
educación de sus hijos. Los padres echan los fundamentos mismos de los
hábitos y del carácter. Su ejemplo y
enseñanza son lo que decide mayormente la vida futura de sus hijos. –Profetas y Reyes,
pág. 184.
EN BUSCA DE SANACIÓN
3.....¿Qué esperanza se encendió en el corazón del capitán
cuando se enteró? ¿Qué le dijo el rey de Siria que hiciera cuando se le informó
sobre el asunto?
2 Reyes 5:4-6.- (4) Entrando
Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel.
(5) Y le dijo el rey de Siria: Anda, ve, y
yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando
consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas
de vestidos. (6) Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen
a ti estas cartas, sabe por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que
lo sanes de su lepra.
“Naamán supo de las palabras que había dicho la niña a su esposa;
y después de obtener el permiso del rey
se fué en busca de curación, ‘llevando
consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas de
vestidos.’ También llevó una carta que el rey de Siria había dirigido
al rey de Israel, en la cual le decía: ‘Yo envío a ti mi siervo Naamán, para
que lo sanes de su lepra.’” –Profetas y Reyes, pág. 185.
4.....¿Sabía el rey de Israel que había esperanza de ser sanado
de la terrible enfermedad en su país? ¿Qué mensaje le envió Eliseo, el profeta,
en su desesperación?
2 Reyes 5:7, 8.- (7) Luego que
el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para
que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra? Considerad
ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí. (8) Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que
el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por
qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta
en Israel.
QUERIENDO SER SANADO SEGÚN SU IDEA
5.....¿A quién se dirigió el capitán sirio? Cuándo Naamán llegó
a la casa de Eliseo con sus caballos y carros, ¿qué instrucción le dio el
siervo del profeta?
2 Reyes 5:9-12.- (9) Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las
puertas de la casa de Eliseo. (10) Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé
y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.
(11) Y Naamán se fue enojado,
diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en
pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el
lugar, y sanará la lepra. (12) Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las
aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se
volvió, y se fue enojado.
“Naamán había esperado que vería alguna maravillosa manifestación de
poder del cielo... “El
espíritu orgulloso de Naamán se rebelaba contra la idea de hacer lo
ordenado por Eliseo. Los ríos
mencionados por el capitán sirio tenían en sus orillas hermosos vergeles, y
mucha gente acudía a las orillas de esas corrientes agradables para
adorar a sus ídolos. No habría
representado para el alma de Naamán una gran humillación descender a uno de
esos ríos; pero podía hallar
sanidad tan sólo si seguía las indicaciones específicas del profeta. Únicamente la obediencia voluntaria
podía darle el resultado deseado.” – Profetas y Reyes,
pág. 186.
PURIFICADO POR LA FE
6.....¿Cuál fue el resultado maravilloso cuando por la fe,
aceptó la dirección del profeta de lavarse siete veces en el río Jordán? ¿Crees
que fue limpiado por el agua o por su fe en el Dios de Israel?
2 Reyes 5:13, 14.- (13) Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre
mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto
más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? (14) El entonces descendió, y se zambulló
siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios;
y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio.
“Se estaba probando la fe de Naamán, mientras que su orgullo contendía para obtener la victoria. Por fin venció la fe, y el altanero sirio dejó de lado el
orgullo de su corazón, y se sometió a la voluntad revelada de Jehová. Siete veces se sumergió en el Jordán,
‘conforme a la palabra del varón de Dios.’ El Señor honró su fe; “y su carne se volvió como la carne de un niño, y fue limpio.’” –Profetas y Reyes,
pág. 186.
CONOCIENDO AL DIOS VERDADERO
7.....Después de que fue sanado milagrosamente, ¿qué confesó
Naamán humildemente delante del profeta de Dios? ¿Cómo expresó su gran
agradecimiento por la gracia que había recibido?
2 Reyes 5:15.- Y volvió al varón de Dios, él y toda su
compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí ahora
conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que
recibas algún presente de tu siervo.
“…Naamán había sido fiel a sus convicciones de lo recto y había
sentido su gran necesidad de ayuda, estaba en condición de recibir los dones de la gracia de Dios. No solamente fue limpiado de su lepra,
sino también bendecido con un conocimiento del verdadero Dios.” –El Deseado de Todas
las Gentes, pág. 205.
“En todos los países hay ahora personas sinceras de corazón, sobre las
cuales brilla la luz del cielo. Si
perseveran con fidelidad en lo que comprenden como deber suyo, recibirán más
luz, hasta que, como Naamán antiguamente, se vean constreñidas a reconocer que ‘no hay Dios en toda la
tierra,’ excepto el Dios vivo, el Creador.” –Profetas y Reyes,
pág. 189.
8.....¿Aceptó el profeta los regalos? ¿Qué dijo Jesús siglos
después cuando se refirió a Naamán, que fue sanado de la lepra?
2 Reyes 5:16.- Mas él dijo: Vive Jehová, en
cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara
alguna cosa, pero él no quiso.
Lucas 4:27.- Y muchos leprosos había en Israel en
tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino
Naamán el sirio.
“De acuerdo con la costumbre de aquellos tiempos, Naamán pidió entonces a Eliseo que
aceptase un regalo costoso. Pero
el profeta rehusó. No le tocaba a
él recibir pago por una bendición que Dios había concedido misericordiosamente.”
–Profetas y Reyes, pág. 186.
“Siglos después que Naamán regresara a su hogar en Siria, con el
cuerpo curado y el espíritu convertido, su fe admirable fué mencionada y elogiada por el Salvador como
lección objetiva para todos los que dicen servir a Dios… Dios pasó por alto a los muchos leprosos
que había en Israel, porque su incredulidad les cerraba la puerta del bien.
Un noble pagano que había sido fiel a
sus convicciones relativas a la justicia, y sentía su necesidad de ayuda, fué a
los ojos de Dios más digno de su bendición que los afligidos de Israel,
que habían despreciado los privilegios que Dios les había dado. Dios obra en pro de aquellos que
aprecian sus favores y responden a la luz que les ha dado el Cielo.” –Profetas y Reyes,
pág. 189.
MEDITACIÓN
- ¿Cómo nos sentiríamos si fuéramos llevados cautivos y hechos siervos, al igual que la niña en esta historia?
- ¿Somos nosotros como Naamán, más inclinados a seguir nuestro propio camino que el camino de Dios?
- ¿Qué aprendemos de esta historia, ya que todos nos vemos afectados y sufrimos de la lepra mortal del pecado?
ESTUDIO ADICIONAL
“Tu caso es similar en algunos sentidos
al de Naamán. No crees que para
perfeccionar el carácter cristiano tienes que aceptar ser fiel en las cosas
pequeñas. Aunque las cosas que
tienes que hacer sean de poco valor según tu opinión, son deberes que tendrás
que cumplir mientras vivas. El descuido
de estas cosas significa que tu carácter es sumamente deficiente. Tú, mi
querido muchacho, tienes que educarte
para ser fiel en las cosas pequeñas. No puedes agradar a Dios mientras no lo hagas. No puedes ganar el amor y el afecto de los
demás a menos que hagas exactamente lo que se te pide, bien dispuesto y con
satisfacción. Si quieres que te amen
los que están contigo, debes manifestarles amor y respetarlos.” –Testimonios para la
Iglesia, tomo 2, pág. 278.
“La viuda de Sarepta y Naamán el sirio,
habían vivido de acuerdo con toda la luz que tenían, por lo cual se los
consideró más justos que el pueblo escogido de Dios que se había apartado de él y había sacrificado sus
principios a las conveniencias y honores mundanales.” –HA, pág. 333.
No hay comentarios:
Publicar un comentario