“La mayor y más urgente de
todas nuestras necesidades es la
de un reavivamiento de la verdadera piedad en nuestro medio. Procurarlo debiera ser nuestra primera obra.
Debe haber esfuerzos fervientes para
obtener las bendiciones del Señor, no porque Dios no esté dispuesto a
conferirnos sus bendiciones, sino porque no estamos preparados para recibirlas.
Nuestro Padre celestial está más
dispuesto a dar su Espíritu Santo a los que se lo piden que los padres terrenales a dar buenas
dádivas a sus hijos. Sin embargo, mediante la confesión, la humillación, el arrepentimiento y la oración ferviente
nos corresponde cumplir con las condiciones en virtud de las cuales ha
prometido Dios concedernos su bendición. Sólo
en respuesta a la oración debe esperarse un reavivamiento. Mientras la gente esté tan destituida del Espíritu
Santo de Dios, no puede apreciar la predicación de la Palabra; pero cuando
el poder del Espíritu toca su
corazón, entonces no quedarán sin efecto los discursos presentados.
Guiados por las enseñanzas de la Palabra de Dios, con la manifestación de su
Espíritu, ejercitando un sano juicio, los que asisten a nuestras reuniones
obtendrán una experiencia preciosa y, al volver a su hogar, estarán preparados
para ejercer una influencia saludable” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 141).
1....¿Cuál es el inmenso poder tras
cada reavivamiento verdadero?
Efesios 3:16.- Para que os
dé, conforme a las riquezas de su
gloria, el ser fortalecidos con
poder en el hombre interior por su Espíritu.
1 Corintios 2:4.- Y ni mi
palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría,
sino con demostración del Espíritu y
de poder.
“Solamente el corazón y la mente
purificados por la santificación que da el Espíritu pueden discernir las cosas
celestiales. “Hermanos míos, en el nombre del Señor, os ruego que os despertéis y comprendáis
vuestro deber. Someted vuestros
corazones al poder del Espíritu Santo y serán hechos susceptibles de recibir la enseñanza de la Palabra.
Entonces podréis comprender las cosas profundas de Dios. “¡Quiera Dios colocar a su pueblo bajo la dirección de su Espíritu,
hacerle comprender el peligro al cual
está expuesto e inducirle a prepararse para lo que ha de venir sobre la tierra!”
(Testimonios
para la Iglesia, tomo 8, pág. 316).
2....¿Puede alguien por naturaleza
ser cristiano? ¿Por qué si o no? ¿Qué lo hace posible?
1 Corintios 2:14, 11.- Pero el
hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente. Porque ¿quién
de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está
en él? Así tampoco nadie conoció
las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
“Es imposible que escapemos por nosotros
mismos del hoyo de pecado en el que estamos sumidos. Nuestro corazón es malo, y no lo podemos
cambiar…. La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el
esfuerzo humano, todos tienen su propia esfera, pero no tienen poder para
salvarnos…. Debe haber un poder que obre
desde el interior, una vida nueva de lo alto, antes que el hombre pueda
convertirse del pecado a la santidad” (El Camino
a Cristo, pág. 18).
3....¿Qué hizo Jesús antes de
enviar al Espíritu Santo en su plenitud?
Juan 20:21, 22.- Entonces Jesús
les dijo otra vez: Paz a vosotros.
Como me envió el Padre, así también yo
os envío. Y habiendo dicho esto,
sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
“Antes de dejar a sus discípulos, Cristo
‘sopló, y díjoles: Tomad el Espíritu Santo’. Otra vez dijo: ‘He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros’. Sin
embargo, este don no fue recibido en
su plenitud hasta después de la ascensión. No fue recibido el derramamiento del Espíritu hasta que, mediante la
fe y la oración, los discípulos se consagraron plenamente para efectuar
la obra de Cristo…. Los dones ya son
nuestros en Cristo, pero su posesión verdadera depende de nuestra recepción del
Espíritu de Dios” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 263).
4....Antes de derramarse el
Espíritu Santo en plenitud en la lluvia tardía, ¿qué debe recibirse primero?
¿Qué se logra entonces?
Oseas 6:3.- Y conoceremos,
y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida,
y vendrá a nosotros como la lluvia, como
la lluvia tardía y temprana a la tierra.
Joel 2:23.- Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera
lluvia a su tiempo, y hará descender
sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.
“Muchos, en gran medida, han dejado de
recibir la lluvia temprana. No han
obtenido todos los beneficios que Dios ha provisto para ellos por medio de ella.
Esperan que la deficiencia sea suplida
por la lluvia tardía. Cuando se conceda
la gracia en forma abundante y rica, se proponen abrir sus corazones para recibirla. Están cometiendo
una terrible equivocación... “Por
medio de la confesión y el abandono del pecado, por medio de la oración ferviente
y la consagración a Dios, los
primeros discípulos se prepararon para el derramamiento del Espíritu Santo
en el día de Pentecostés. La
misma obra, sólo que en mayor medida, debe realizarse ahora” (Testimonios
para los Ministros, pág. 507).
5....¿Qué debe hacer el creyente
fiel en Laodicea para tener una vista espiritual clara?
Apocalipsis 3:18, última parte.- …y unge tus ojos con colirio, para que veas.
“El colirio es aquella
sabiduría y gracia que nos habilitan para discernir entre lo malo y lo bueno,
y para reconocer el pecado bajo
cualquier disfraz. Dios ha dado a
su iglesia ojos que Él quiere que sean ungidos con sabiduría para que
vean claramente… El colirio divino
impartirá claridad al entendimiento… “¡Ojalá que cada uno de vosotros pudiese aplicarse el colirio para poder
ver sus defectos de carácter y darse cuenta de cómo ve Dios su amor por el
mundo, que está echando fuera el amor de Dios!” (Testimonios para la Iglesia, tomo 4, págs.
91, 608).
6....¿Qué más debemos hacer para
recibir el Espíritu Santo?
Lucas 11:13.- Pues si
vosotros, siendo malos, sabéis
dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se
lo pidan?
“Puesto que éste
es el medio por el cual hemos de recibir poder, ¿por qué no tener más hambre y sed del don del Espíritu? ¿Por qué no hablamos de Él, oramos por Él
y predicamos respecto a Él? El
Señor está más dispuesto a dar el Espíritu Santo a los que le sirven, que
los padres a dar buenas dádivas a sus hijos” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 41).
7....¿Qué traerá el Espíritu Santo
a nuestras vidas? ¿Has tenido esta experiencia?
Juan 3:3, 5-8.- Respondió Jesús
y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios…
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios. Lo que es nacido
de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te
maravilles de que te dije: Os es
necesario nacer de nuevo. El
viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni
a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
“Aunque el viento mismo es invisible, produce efectos que se ven y sienten.
Así también la obra del Espíritu en el
alma se revelará en toda acción de quien haya sentido su poder salvador. Cuando el Espíritu de Dios se posesiona del
corazón, transforma la vida.
Los pensamientos pecaminosos son
puestos a un lado, las malas acciones son abandonadas; el amor, la humildad y
la paz, reemplazan a la ira, la envidia y las contenciones. La alegría reemplaza a la tristeza, y el
rostro refleja la luz del cielo…. Entonces ese poder que ningún ojo humano puede ver, crea un nuevo ser a la
imagen de Dios” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 144).
“La influencia del Espíritu sobre la mente
humana la regulará según el orden divino. Pero el Espíritu no funciona de
una manera más allá del poder de resistencia del agente humano” (Seventh-day
Adventist Bible Commentary, tomo 4, pág. 1159).
8....¿Cómo se podrá comprobar que
el Espíritu Santo está morando en una persona?
Gálatas 5:22-24.- Mas el
fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra
tales cosas no hay ley. Pero los
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
“A medida que recibáis el Espíritu de
Cristo–el espíritu de amor
desinteresado y de trabajo por otros–, iréis
creciendo y dando frutos. Las
gracias del Espíritu madurarán en vuestro carácter. Se aumentará vuestra fe, vuestras convicciones se profundizarán,
vuestro amor se perfeccionará. Reflejaréis
más y más la semejanza de Cristo en todo lo que es puro, noble y bello” (Palabras de
Vida del Gran Maestro, pág. 47).
9....Si el Espíritu Santo inspira a
una persona, ¿por qué nada le puede impedir dar testimonio?
Hechos 4:19, 20.- Más Pedro y
Juan respondieron diciéndoles: Juzgad
si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; porque
no podemos dejar de decir lo que
hemos visto y oído.
Romanos 8:14.- Porque todos
los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
“La verdad ha de ser presentada con el
poder del Espíritu Santo. Es lo único
que puede dar eficacia a nuestras palabras: Únicamente por el poder del Espíritu se habrá de ganar y conservar
la victoria. El agente humano
debe ser movido por el Espíritu de Dios” (Testimonios para la Iglesia, tomo 6,
pág. 395).
“Si los hombres
nos prohíben hacer esta obra, entonces podemos decir, como los apóstoles: ‘Juzgad si es justo delante de Dios obedecer
antes a vosotros que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos
visto y oído’” (Los Hechos de los Apóstoles, pág. 56).
10.¿Qué debemos hacer los
cristianos a medida que la historia del mundo llega a su fin? ¿Por qué?
Colosenses 4:5.- Andad sabiamente para con los de afuera, redimiendo el tiempo.
Efesios 5:15, 16.- Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como
sabios, aprovechando bien el
tiempo, porque los días son malos.
“El mensaje del tercer ángel está
creciendo hasta convertirse en un fuerte pregón, y no debéis sentiros libres de descuidar el deber actual y todavía
abrigar la idea de que, en algún futuro, seréis los receptáculos de una gran
bendición cuando se efectúe un maravilloso reavivamiento, sin ningún esfuerzo de
vuestra parte. Hoy habéis de
entregaros a Dios para que os haga vasos de honra aptos para su servicio.
Hoy habéis de entregaros a Dios para
que seáis vaciados del yo, vaciados
de la envidia, los celos, las malas conjeturas, las contiendas, de todo lo que
deshonre a Dios” (Mensajes Selectos, tomo 1, pág. 223).
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