“He aquí, yo vengo presto; retén lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona. Al que
venciere, yo lo haré columna en
el templo de mi Dios, y nunca más
saldrá fuera; y escribiré sobre
él el Nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva
Jerusalén, la cual desciende del cielo de con mi Dios, y mi nombre nuevo” (Apocalipsis
3:11, 12).
LOS SALVOS RECIBEN LA
CORONA
1.....¿Qué promesa bíblica se cumplirá cuando lleguemos al cielo?
1 Pedro 5:4.- “Y cuando
apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”.
Apocalipsis 3:11.- “He aquí, yo
vengo presto; retén lo que tienes, para
que ninguno tome tu corona”.
“Vi después un gran número de ángeles que
traían de la ciudad brillantes coronas, una para cada santo, cuyo
nombre estaba inscrito en ella. A
medida que Jesús pedía las coronas, los ángeles se las presentaban y con su propia diestra el amable Jesús
las ponía en la cabeza de los santos. Asimismo los ángeles trajeron arpas y Jesús las presentó a los santos. Los
caudillos de los ángeles preludiaban la nota del cántico que era luego entonado
por todas las voces en agradecida y dichosa alabanza. Todas las manos pulsaban hábilmente las cuerdas del arpa y dejaban
oír melodiosa música en fuertes y perfectos acordes” –Primeros Escritos, pág. 288.
LA MORADA DE LOS SALVOS
2.....¿Cuál será la morada de los salvos en el cielo? ¿De qué estará
satisfecho nuestro Señor Jesucristo?
Apocalipsis 21:10.- “Y llevóme
en Espíritu a un grande y alto monte, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo de Dios”.
Isaías 26:2.- “Abrid
las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades”.
Isaías 53:11.- “Del
trabajo de su alma verá y será saciado; con su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y Él llevará las iniquidades de ellos”.
“Después vi que Jesús conducía a los redimidos a
la puerta de la ciudad; y al llegar a ella la hizo girar sobre sus
goznes relumbrantes y mandó que
entraran todas las gentes que hubiesen guardado la verdad. Dentro de la ciudad había todo lo que
pudiese agradar a la vista. Por
doquiera los redimidos contemplaban abundante gloria. Jesús miró entonces a sus redimidos santos,
cuyo semblante irradiaba gloria,
y fijando en ellos sus ojos bondadosos les dijo con voz rica y musical: ‘Contemplo el trabajo de mi alma, y estoy
satisfecho. Vuestra es esta
excelsa gloria para que la disfrutéis eternamente. Terminaron vuestros
pesares. No habrá más muerte ni llanto
ni pesar ni dolor’. Vi que la hueste
de los redimidos se postraba y echaba sus brillantes coronas a los pies de
Jesús; y cuando su bondadosa mano
los alzó del suelo, pulsaron sus áureas arpas y llenaron el cielo con su
deleitosa música y cánticos al Cordero” –Primeros Escritos, pág. 288.
EL FRUTO DEL ÁRBOL DE LA
VIDA
3.....¿Qué promesa de Dios se cumplirá entonces? Como en Edén, ¿qué abundará
en la tierra renovada?
Apocalipsis 2:7.- “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias. Al que venciere, daré a
comer del árbol de la vida, el
cual está en medio del paraíso de Dios”.
Apocalipsis 22:2.- “En el medio
de la plaza de ella, y de una y otra
parte del río, estaba el árbol de
vida, que lleva doce frutos,
dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de
las naciones”.
Ezequiel 47:12.- “Y junto
al arroyo, en su ribera de una y otra parte crecerá todo árbol de comer;
sus hojas nunca caerán, ni faltará su
fruto, a sus meses madurará,
porque sus aguas salen del Santuario;
su fruto será para alimento, y su
hoja para medicina”.
“Vi luego que Jesús conducía a su pueblo
al árbol de la vida, y nuevamente oímos que su hermosa voz, más dulce
que cuantas melodías escucharon jamás los mortales decía: ‘Las hojas de este árbol son para la sanidad de las naciones. Comed todos de ellas’. El árbol de vida daba hermosísimos
frutos, de los que los santos
podían comer libremente. En la
ciudad había un brillantísimo trono, del que manaba un puro río de agua de vida, clara como el cristal. A uno y a otro lado de ese río estaba el
árbol de la vida, y en las márgenes había otros hermosos árboles que
llevaban fruto bueno para comer… “Vi el
fruto del árbol de la vida, el maná,
almendras, higos, granadas, uvas y muchas otras especies de frutas” –Primeros
Escritos, págs. 288- 289, 19.
PARTICIPANDO EN LA GRAN
CENA
4.....¿Qué se celebrará, entonces, cuando los redimidos estén con su Redentor?
¿Quién servirá en la gran cena?
Apocalipsis 19:9.- “Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero.
Y me dijo: Estas palabras de Dios son verdaderas”.
Mateo 26:29.- “Y os digo,
que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo he de
beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”.
Lucas 22:28-30.- “Empero vosotros
sois los que habéis permanecido conmigo en mis tentaciones. Yo pues os ordeno un reino, como mi
Padre me lo ordenó a mí, para que comáis
y bebáis en mi mesa en mi reino, y os
sentéis sobre tronos juzgando a las doce tribus de Israel”.
“Este templo estaba sostenido por siete columnas de
oro transparente, con
engastes de hermosísimas perlas. No me es posible describir las maravillas
que vi. ¡Oh, si yo supiera el idioma de Canaán! ¡Entonces podría contar algo de
la gloria del mundo mejor! Vi tablas
de piedra en que estaban esculpidos en letras de oro los nombres de los 144.000.
Después de admirar la gloria del templo,
salimos y Jesús nos dejó para ir a la ciudad. Pronto oímos su amable voz que decía: ‘Venid, pueblo mío; habéis salido de una gran tribulación y hecho mi
voluntad. Sufristeis por mí.
Venid a la cena, que yo me ceñiré
para serviros’. Nosotros
exclamamos: ‘¡Aleluya! ¡Gloria!’ y entramos en la ciudad. Vi
una mesa de plata pura, de muchos kilómetros de longitud, y sin embargo nuestra
vista la abarcaba toda” –Primeros Escritos, pág. 19.
NUEVOS HORIZONTES DE
CONOCIMIENTO
5.....En este mundo, ¿podemos comprender cabalmente el gran amor de Dios y el
plan de salvación? ¿Qué promesas tenemos para el futuro?
Romanos 11:33.- “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la
ciencia de Dios! ¡Cuán
incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!”.
Deuteronomio 29:29.- “Las
cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y nuestros hijos por siempre,
para que cumplamos todas las palabras de esta ley”.
1 Corintios 13:9, 10, 12.- “Porque en
parte conocemos, y en parte profetizamos. Más cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado”.
“En esta vida,
podemos apenas empezar a comprender el tema maravilloso de la redención. Con nuestra inteligencia limitada
podemos considerar con todo fervor la ignominia y la gloria, la vida y la
muerte, la justicia y la misericordia que se tocan en la cruz; pero ni con la mayor tensión de nuestras
facultades mentales llegamos a comprender todo su significado. La largura y anchura, la profundidad y
altura del amor redentor se comprenden tan sólo confusamente. El plan de la redención no se entenderá por
completo ni siquiera cuando los
rescatados vean como serán vistos ellos mismos y conozcan cómo serán conocidos;
pero a través de las edades sin fin,
nuevas verdades se desplegarán
continuamente ante la mente admirada y deleitada. Aunque las aflicciones, las penas y las tentaciones terrenales hayan
concluido, y aunque la causa de
ellas haya sido suprimida, el
pueblo de Dios tendrá siempre un conocimiento claro e inteligente de lo que
costó su salvación” –El Conflicto de los Siglos, pág. 709.
6.....En la patria de los redimidos, ¿quién se encargará de seguir
educándonos? ¿Cuál será la materia principal de enseñanza?
Isaías 54:13.- “Y todos
tus hijos serán enseñados de Jehová, y multiplicará la paz de tus hijos”.
Juan 6:45.- “Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados de Dios. Así
que, todo aquel que oyó del Padre, y
aprendió, viene a mí”.
Efesios 1:20, 21.- “La cual obró en Cristo, resucitándole de los
muertos, y colocándole a su diestra en los cielos, sobre todo principado, y
potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este
siglo, más aun en el venidero”.
“La cruz de Cristo será la ciencia y el
canto de los redimidos durante toda la eternidad. En el Cristo glorificado, contemplarán al Cristo crucificado.
Nunca olvidarán que Aquel cuyo poder
creó los mundos innumerables y los sostiene a través de la inmensidad del
espacio, el Amado de Dios, la Majestad del cielo, Aquel a quien los querubines y los serafines resplandecientes se
deleitan en adorar –se humilló
para levantar al hombre caído–; que
llevó la culpa y el oprobio del pecado, y sintió el ocultamiento del rostro
de su Padre, hasta que la maldición de un mundo perdido quebrantó su corazón y
le arrancó la vida en la cruz del Calvario. El hecho de que el Hacedor de todos los mundos, el Árbitro de
todos los destinos, dejase su gloria y
se humillase por amor al hombre, despertará
eternamente la admiración y adoración del universo. Cuando las naciones de los salvos miren
a su Redentor y vean la gloria eterna del Padre brillar en su rostro;
cuando contemplen su trono, que es desde la eternidad hasta la
eternidad, y sepan que su
reino no tendrá fin, entonces prorrumpirán
en un cántico de júbilo: ‘¡Digno,
digno es el Cordero que fue inmolado, y nos ha redimido para Dios con su propia
preciosísima sangre!’ ” –El Conflicto de los Siglos, págs. 709-710.
ALGO INIMAGINABLE NOS
ESPERA
7.....¿Podemos imaginar o describir la grandeza y la gloria del reino
preparado para los redimidos?
1 Corintios 2:9.- “Antes, como
está escrito: Cosas que ojo no
vio, ni oreja oyó. Ni han
subido en corazón de hombre, son las que ha Dios preparado para aquellos que le
aman”.
Isaías 28:5.- “En aquel
día Jehová de los ejércitos será por corona de gloria y diadema de hermosura a
las reliquias de su pueblo”.
“Las palabras son demasiado pobres para
intentar una descripción del cielo. Siempre que se vuelve a presentar
ante mi vista, el espectáculo me anonada de admiración. Arrobada por el insuperable esplendor y la excelsa gloria, dejo caer la pluma exclamando: ‘¡Oh! ¡Qué amor, qué maravilloso amor!’.
El lenguaje más exaltado no bastaría
para describir la gloria del cielo ni las incomparables profundidades del amor
del Salvador” –Primeros Escritos, pág. 289.
PARA MEDITAR
Isaías 53:7-11; Filipenses 2:6-11;
Lucas 1:31-33.
“Dios ha confiado a los seres
mortales preciosos tesoros de verdad. Estas gemas pueden compararse a una hermosa fruta que ha de
presentarse a la gente en vasos limpios, puros y santos, para que acepten esa fruta y disfruten de ella para
la gloria de Dios (Manuscrito
127, 1902)” –El Evangelismo, pág. 255.
“Jesús presenta un manto blanco,
una corona de gloria más rica que la que
jamás haya adornado las sienes de un monarca, y títulos por encima de los que tienen los honorables príncipes. La recompensa de una vida dedicada al
servicio de Cristo excede a cualquier cosa que la imaginación humana pueda
abarcar” –A Fin de Conocerle, pág. 92.
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