“Cristo apreciaba los actos de cortesía que brotaban del corazón. Cuando alguien le hacía un favor, lo bendecía con cortesía celestial. No rechazaba la flor más sencilla arrancada por la mano de un niño, que se la ofrecía con amor. Aceptaba las ofrendas de los niños, bendecía a los donantes e inscribía sus nombres en el libro de la vida. En las escrituras, se menciona el ungimiento de Jesús por María para distinguirla de las otras Marías. Los actos de amor y reverencia para con Jesús son una evidencia de la fe en él como Hijo de Dios. Y el Espíritu Santo menciona, como evidencia de la lealtad de una mujer a Cristo: ‘Si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 517).
EL MAESTRO
ES INVITADO POR UNO A QUIEN ÉL HABÍA SANADO
1....¿Quién era Simón de Betania? En gratitud por
haberle sanado de su lepra ¿qué preparó para Jesús en su hogar?
Mateo 26:6.- Y estando
Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso.
Marcos 14:3, primera parte.- Pero estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa.
Lucas 7:36.- Uno de los fariseos
rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo
entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.
“Simón de
Betania era considerado discípulo de Jesús. Era uno de los pocos fariseos que se habían unido abiertamente a los
seguidores de Cristo. Reconocía a
Jesús como maestro y esperaba que fuese el Mesías, pero no le había aceptado como Salvador. Su carácter no había sido transformado;
sus principios no habían cambiado. “Simón
había sido sanado de la lepra, y era esto lo que le había atraído a Jesús. Deseaba manifestar su gratitud, y en
ocasión de la última visita de Cristo a Betania ofreció un festín al Salvador y a sus discípulos. Este
festín reunió a muchos de los judíos. Había entonces mucha excitación en
Jerusalén. Cristo y su misión llamaban
la atención más que nunca antes. Aquellos
que habían venido a la fiesta vigilaban estrechamente sus movimientos, y
algunos, con ojos inamistosos” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 512).
EL GESTO
AMABLE DE UN INVITADO
2....¿Quién vino al cuarto donde Jesús estaba
sentado? ¿Qué servicio especial hizo esta, mujer a Jesús?
Mateo 26:73.- Vino a él una mujer, con
un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de
él, estando sentado a la mesa.
Marcos 14:3.- Pero estando
él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino
una mujer con un vaso de alabastro de perfume de nardo puro de mucho precio; y
quebrando el vaso de alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
“A un lado
del Salvador, estaba sentado a la mesa Simón a quien él había curado de una enfermedad repugnante, y al otro lado Lázaro a quien había resucitado.
Marta servía, pero María escuchaba fervientemente cada
palabra que salía de los labios de Jesús. En su misericordia Jesús
había perdonado sus pecados, había llamado de la tumba a su amado hermano, y el
corazón de María estaba lleno de
gratitud. Ella había oído hablar a Jesús de su próxima muerte, y en su
profundo amor y tristeza había anhelado honrarle. A costa de gran sacrificio personal, había adquirido un vaso de
alabastro de ‘nardo líquido de mucho precio’ para ungir su cuerpo. Pero
muchos declaraban ahora que él estaba a punto de ser coronado rey. Su pena se convirtió en gozo y ansiaba ser
la primera en honrar a su Señor. Quebrando
el vaso de ungüento, derramó su contenido sobre la cabeza y los pies de Jesús, y llorando postrada le humedecía los pies con
sus lágrimas y se los secaba con su larga y flotante cabellera” (El Deseado de
Todas las Gentes, págs. 513,514).
JUZGANDO
LOS MOTIVOS Y ACCIONES DE OTROS
3....¿Fue la unción del Señor bien recibida por
todos? ¿Qué comentarios negativos hicieron algunos?
Marcos 14:4, 5.- Y hubo algunos
que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume? Porque podía haberse vendido por más
de trescientos denarios, y haberse dado a los pobres. Y murmuraban
contra ella.
Mateo 26:8, 9.- Al ver esto, los
discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué
este desperdicio? Porque esto podía
haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres.
“Había
procurado evitar ser observada y sus movimientos podrían haber quedado
inadvertidos, pero el ungüento llenó la pieza con su fragancia y delató su
acto a todos los presentes. Judas
consideró este acto con gran disgusto. En vez de esperar para oír lo
que Jesús dijera sobre el asunto, comenzó
a susurrar a sus compañeros más próximos críticas contra Cristo porque toleraba
tal desperdicio. Astutamente, hizo
sugestiones tendientes a provocar descontento. “Judas era el tesorero de los discípulos, y de su pequeño depósito había
extraído secretamente para su propio uso, reduciendo así sus recursos a una
escasa pitanza. Estaba ansioso de
poner en su bolsa todo lo que pudiera obtener. A menudo había que sacar dinero de la bolsa para aliviar
a los pobres; y cuando se compraba
alguna cosa que Judas no consideraba esencial, él solía decir: ¿Por qué se hace este despilfarro?
¿Por qué no se coloca el costo de esto en la bolsa que yo llevo para los
pobres? “Ahora el acto de María
contrastaba tanto con su egoísmo que él quedaba expuesto a la
vergüenza; y de acuerdo con su costumbre trató de dar un motivo digno a su
crítica en cuanto a la dádiva de ella. “Judas
tenía un elevado concepto de su propia capacidad administrativa… Había ganado su confianza y tenía gran
influencia sobre ellos. La simpatía
que profesaba a los pobres los engañaba, y su artera insinuación los indujo
a mirar con desagrado la devoción de María. El murmullo circuyó la mesa: ‘¿Por
qué se pierde esto? Porque esto se podía vender por gran precio, y darse a los
pobres’ ” (El
Deseado de Todas las Gentes, págs. 513, 514).
4....¿Podemos decir que la negatividad y las
críticas eran problemas sólo de ese tiempo y de ese caso? ¿Qué dice la santa palabra
de Dios concerniente a hablar y pensar mal?
1 Corintios 13:4, 5.- El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
Filipenses 4:83.- Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si
algo digno de alabanza, en esto pensad.
“Los
rumores flotantes son a menudo los destructores de la unidad entre los hermanos.
Algunos hay que velan con mente abierta
y oídos atentos para captar cada escándalo que vuela. Reúnen pequeños
incidentes que pueden ser insignificantes en sí mismos, pero que son repetidos y exagerados hasta que un
hombre es convertido en ofensor por una palabra. “Estas personas cuenteras están realizando la obra de Satanás con sorprendente
fidelidad, sin saber cuán
ofensiva es su conducta para Dios… La puerta de la mente debe cerrarse contra el
‘Ellos dicen’, o ‘He oído decir’. ¿Por
qué, en lugar de permitir que los celos o las malas sospechas vengan a nuestro
corazón, no vamos a nuestros hermanos, y después de presentarles en forma
franca, pero bondadosa, las cosas que hemos oído en detrimento de su carácter y
su influencia, oramos con ellos y por
ellos? Aunque no podamos asociarnos con aquellos que son los peores
enemigos de Cristo, debemos cultivar el
espíritu de mansedumbre y amor que caracterizó a nuestro Maestro: un amor que
no piensa el mal, a quien no se provoca con facilidad” (Testimonios
para los Ministros, págs. 514, 515).
5....¿Qué efecto tuvo la crítica en María? ¿Qué
dijo Jesús, dándole un carácter completamente diferente a sus acciones?
Mateo 26:10.- Y entendiéndolo
Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis
a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.
Marcos 14:6.- Pero Jesús
dijo: Dejadla, ¿por qué la molestáis? Buena obra me ha hecho.
“María
oyó las palabras de crítica. Su
corazón temblaba en su interior. Temía
que su hermana la reprendiera como derrochadora. El Maestro también podía considerarla impróvida. Estaba por ausentarse sin ser elogiada
ni excusada, cuando oyó la voz
de su Señor: ‘Dejadla; ¿por qué la
fatigáis?’ El vio que estaba turbada y apenada. Sabía que mediante este acto de servicio había expresado su gratitud
por el perdón de sus pecados, e
impartió alivio a su espíritu. Elevando su voz por encima del murmullo
de censuras, dijo: ‘Buena obra me ha
hecho; que siempre tendréis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis les
podréis hacer bien; mas a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que podía; porque se ha
anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura’ ” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 515).
ENTENDIENDO
LAS BUENAS OBRAS Y PROCLAMANDO LAS BUENAS NUEVAS
6....¿Qué dijo Jesús para ayudar a todos a
entender y apreciar el motivo de las acciones de María? ¿Había muchos haciendo
tales cosas para Él?
Mateo 26:11, 12.- Porque siempre
tendréis pobres con vosotros, pero
a mí no siempre me tendréis. Porque al
derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la
sepultura.
Marcos 14:7, 8.- Siempre tendréis a los
pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado a ungir mi
cuerpo para la sepultura.
“La
acción de María estaba en pronunciado contraste con la que Judas estaba por
realizar. ¡Cuán terminante
lección pudiera haberle dado Cristo a aquel que había sembrado la semilla de la
crítica y los malos pensamientos en la mente de los discípulos! Podría haber desenmascaradola falsa
pretensión sobre la cual el traidor basaba sus palabras; porque en vez de
tener simpatía para con los pobres, él les robaba el dinero destinado a
aliviarlos. Podría Cristo haber
excitado la indignación contra él porque oprimía a la viuda, al huérfano y al
asalariado. “El don fragante que
María había pensado prodigar al cuerpo muerto del Salvador, lo derramó sobre él
en vida. En el entierro, su dulzura sólo hubiera llenado la tumba, pero
ahora llenó su corazón con la seguridad de su fe y amor. José de Arimatea y Nicodemo no ofrecieron su don de amor a Jesús
durante su vida. Con lágrimas
amargas, trajeron sus costosas especias para su cuerpo rígido e inconsciente.
Las mujeres que llevaron substancias aromáticas a la tumba hallaron que su
diligencia era vana, porque él había resucitado. “Pero María, al derramar su ofrenda sobre el Salvador, mientras él era
consciente de su devoción, le ungió para la sepultura. Y cuando él penetró en las tinieblas de su
gran prueba, llevó con sigo el recuerdo de aquel acto, anticipo del amor que le
tributarían para siempre aquellos que redimiera” (El Deseado de Todas las Gentes, págs. 514,
516).
7....De acuerdo a las palabras de Jesús, ¿cuál
sería el fruto del sincero acto de aprecio de esta mujer? Teniendo esta
historia en mente, ¿qué tan cuidadosos debemos ser al juzgara otros o al
esparcir los chismes?
Mateo 26:13.- De cierto os digo
que donde quiera que se predique este evangelio, en
todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.
Marcos 14:9.- De cierto os digo que donde quiera que se predique
este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para
memoria de ella.
“De cierto os digo —declaró Cristo—, que donde
quiera que este evangelio fuere predicado en todo el mundo, también será dicho
para memoria de ella, lo que ésta ha hecho’. Mirando en lo futuro, el Salvador habló con certeza concerniente a
su Evangelio. Iba a predicarse
en todo el mundo. Y hasta donde
el Evangelio se extendiese, el don de María exhalaría su fragancia y los
corazones serían bendecidos por su acción espontánea. Se levantarían y caerían los reinos; los nombres de los monarcas y
conquistadores serían olvidados; pero la acción de esta mujer sería
inmortalizada en las páginas de la historia sagrada. Hasta que el tiempo no fuera más, aquel
vaso de alabastro contaría la historia del abundante amor de Dios para con la
especie caída” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 516).
PARA
MEDITAR
“Cristo
se deleitó en el ardiente deseo de María de hacer bien a su Señor. Aceptó la abundancia del afecto puro
mientras que sus discípulos no lo comprendieron ni quisieron comprenderlo. El deseo que María tenía de prestar este
servicio a su Señor era de más valor para Cristo que todo el ungüento precioso
del mundo, porque expresaba el
aprecio de ella por el Redentor del mundo. El amor de Cristo la constreñía. Llenaba su alma la sin par
excelencia del carácter de Cristo. Aquel
ungüento era un símbolo del corazón de la donante. Era la demostración exterior de un amor alimentado por las corrientes
celestiales hasta que desbordaba” (El Deseado de Todas las Gentes, pág. 518).
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